Él.
Arreglate, ponte tu colonia favorita y esos espectaculares tacones vertiginosos. Sal, vive la noche, tomate una copa y sonriele coquetamente, cuando te mire a los ojos, vuelvele a mirar, juega con la mirada, tocate el pelo sensualmente y baila. Baila hasta que tus pies no puedan más, entonces se acercará, tu boca rozará su boca, tu corazón se acelerará y se producirá un choque volcánico entre vuestros labios.
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